Wildlands - Desterrados 2

 

Desterrados 2

 

 

 

 

Vladimir Volkov es un humilde tendero que paga sus impuestos de forma puntual a la familia D´yavol. Sabe que si no lo hace puede tener problemas, ya que sus impuestos le proporcionan “seguridad”, como siempre le recuerdan los matones que acuden a su tienda de ultramarinos a cobrarle.

Por ese motivo no entiende que hacen esos hombres allí. El que tiene delante debe medir cerca del 1.90, de pelo castaño y fríos ojos azules. Los dos que le acompañan son un poco más bajos. Ambos estarán rondando el 1.80 y son bastante musculosos. Uno de ellos es moreno de pelo y de piel, mientras que el otro va rapado y tiene unos rasgos faciales de apariencia oriental.

El más alto de ellos le está hablando en su propio idioma, exigiéndole el “impuesto de seguridad”

- Ya le he dicho que lo pagué hace dos semanas, señor –explica Vladimir, asustado-. Debe de ser un error.

- No, no es ningún error –dice el hombre-. Lo que ocurre es que esta zona ha pasado pertenecer a los Çöl Tilkisi. Y por tanto, el impuesto es nuevo y no lo ha pagado.

- Pero... pero... –balbucea Vladimir.

- Pero nada –dice el hombre con gesto enfadado, al tiempo que da un manotazo al mostrador-. O paga sus impuestos, o no podremos asegurar la protección de su negocio.

 

 

- Qué lástima me da el pobre hombrecillo –dice Nómada cuando sus tres compañeros se suben al camión.

- No te preocupes por él –comenta Farrapo-. Cuando esto acabe, agradecerá que le hayamos cobrado el impuesto revolucionario. Arranca, rápido –ordena, asomando la cabeza por la ventanilla-. Hay que largarse de aquí antes de que algún D´yavol nos vea.